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La hipótesis de la dimisión del presidente de la República francesa tras la disolución de la Asamblea Nacional

La escena política francesa ha sido testigo recientemente de una sucesión constante de acontecimientos. Apenas se anunciaron los resultados de las elecciones europeas, el presidente Emmanuel Macron sorprendió al país al declarar la disolución de la Asamblea Nacional. Esta acción ha suscitado un intenso debate entre los analistas políticos, quienes reflexionan sobre el desenlace de una campaña electoral acelerada y especulan sobre la posible derrota del partido que respalda al presidente. Incluso se ha planteado la hipótesis de que Macron podría renunciar a su cargo si esta eventualidad se materializara, lo que desencadenaría unas elecciones presidenciales anticipadas. En las redes sociales, diversos comentaristas han sugerido que esta medida fue orquestada mucho antes de que se anunciara la disolución.

Diversos motivos podrían fundamentar esta decisión. Por un lado, el presidente podría estar apostando su mandato en esta maniobra, amenazando con renunciar para incitar a los electores a otorgarle una mayoría parlamentaria. Por otro lado, podría haber optado por esta estrategia debido a la imposibilidad de disolver la Asamblea Nacional durante un año (es decir, hasta junio de 2025). Finalmente, se ha especulado que Macron podría contemplar la renuncia para evitar una cohabitación política tras los resultados electorales.

Independientemente de los motivos, la posibilidad de esta dimisión plantea interrogantes importantes.


¿Cuáles serían las consecuencias concretas de una eventual dimisión presidencial?


  1. Interinato del presidente del Senado y convocatoria de nuevas elecciones presidenciales

Recordemos en primer lugar que el presidente puede, en cualquier momento, decidir dimitir de su cargo. A diferencia de los regímenes presidenciales, esta dimisión conlleva la organización de elecciones presidenciales anticipadas. Durante el intervalo, la función presidencial la asume el presidente del Senado, quien se convierte en presidente interino.

De acuerdo con el artículo 7 de la Constitución: "En caso de vacante de la Presidencia de la República por cualquier causa, las funciones del Presidente de la República, con excepción de las previstas en los artículos 11 y 12 siguientes, son ejercidas provisionalmente por el presidente del Senado y, si este a su vez está impedido de ejercer dichas funciones, por el Gobierno. En caso de vacante, la votación para la elección del nuevo Presidente se lleva a cabo, salvo caso de fuerza mayor constatado por el Consejo Constitucional, veinte días como mínimo y treinta y cinco días como máximo después de la apertura de la vacante o la declaración del carácter definitivo del impedimento."


2. ¿Puede volver a presentarse el Presidente?

Esta pregunta surge porque el presidente no ha completado su mandato, y algunos se preguntan si podría presentarse nuevamente para completarlo sometiéndose una vez más al veredicto de las urnas.

Desde un punto de vista jurídico: tras la revisión constitucional de 2008, la Constitución establece que un presidente no puede ejercer más de dos mandatos presidenciales consecutivos. La duración de estos mandatos no está especificada en el texto constitucional.

 

El artículo 6 de la Constitución precisa: "El Presidente de la República es elegido por cinco años por sufragio universal directo. Nadie puede ejercer más de dos mandatos consecutivos."

Por lo tanto, Emmanuel Macron, habiendo sido elegido dos veces consecutivas, no puede presentarse inmediatamente después de una dimisión. En otras palabras, su presidencia actual terminaría por el momento.

La decisión final corresponde al Consejo Constitucional, que es el intérprete auténtico de la Constitución y el juez electoral.

En el estado actual del calendario, Emmanuel Macron podría, si lo desea, volver a presentarse en 2032. Si renunciara este año, podría presentarse de nuevo en 2029.


3. Desorden del calendario electoral

La disolución de la Asamblea Nacional ya se percibe como una fuente de desorden electoral, ya que desincroniza la duración del mandato presidencial de la del mandato legislativo. Sin embargo, este problema puede resolverse: al final de las elecciones presidenciales, el nuevo presidente puede restablecer el orden tradicional pronunciando una nueva disolución, lo que realinea los mandatos presidencial y legislativo.

Por otro lado, la dimisión del presidente de la República genera un desorden electoral sin una solución equivalente. Una dimisión inevitablemente conduce a la celebración de nuevas elecciones presidenciales, independientemente del calendario electoral en curso. Esto crea una ruptura en la continuidad institucional y un reajuste imprevisible del calendario electoral y planteando serios desafíos para el funcionamiento del sistema político francés.



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